PERMACULTURA
¿Qué es la Permacultura?
El término permacultura, acuñado por Bill Mollison y David Holmgren en 1978, refiere originalmente a un modelo de diseño de agricultura y arquitectura. Sin embargo, dado que se hizo evidente la necesidad de tomar en cuenta los aspectos sociales y económicos a la hora de pensar la producción alimentaria, se integra al modelo no solamente el cuidado de la naturaleza, sino también el cuidado del otro y el reparto justo. Estos tres elementos constituyen los pilares éticos de este modelo.
A partir de estos se desprenden los 12 principios de diseño de la Permacultura:
El término permacultura, acuñado por Bill Mollison y David Holmgren en 1978, refiere originalmente a un modelo de diseño de agricultura y arquitectura. Sin embargo, dado que se hizo evidente la necesidad de tomar en cuenta los aspectos sociales y económicos a la hora de pensar la producción alimentaria, se integra al modelo no solamente el cuidado de la naturaleza, sino también el cuidado del otro y el reparto justo. Estos tres elementos constituyen los pilares éticos de este modelo.
A partir de estos se desprenden los 12 principios de diseño de la Permacultura:
Observar e Interactuar: Tomándonos el tiempo para observar la naturaleza podemos diseñar soluciones que se adecuen a nuestra situación particular.
Capta y almacena energía: Desarrollando sistemas que recolectan recursos en su punto de máxima abundancia, podemos utlizar dichos recursos en momentos que los necesitemos.
Obtén rendimiento: Asegúrate que obtienes recompensas realmente útiles como parte del trabajo que te encuentras realizando.
Aplica la auto-regulación y acepta consejos: Es necesario eliminar la actividad inapropiada para que los sistemas continúen funcionando bien.
Usa y valora a los servicios y recursos renovables: Aprovecha la abundancia de la naturaleza para reducir un comportamiento consumidor y dependiente de recursos no renovables.
Evita producir desechos. Valorando y utilizando todos los recursos que se encuentran disponibles para nosotros, nada se desecha.
Diseña desde los patrones hacia los detalles: Tomando distancia podemos observar patrones en la naturaleza y la sociedad. Estos son la estructura de nuestros diseños, permitiendo ocuparnos de los detalles sobre la marcha.
Integrar en lugar de segregar: Poniendo las cosas en su debido lugar, se desarrollan relaciones entre ellas y trabajan en conjunto de forma sinérgica.
Utiliza soluciones pequeñas y lentamente: Los sistemas pequeños y lentos son más fáciles de mantener que los grandes, permitiendo una mejor utilización de recursos y produciendo resultados más sostenibles.
Utiliza y valora la diversidad: La diversidad en un sistema reduce la vulnerabilidad frente a la gran varedad de amenazas y se aprovecha de la naturaleza única del entorno en el que reside.
Utiliza los bordes y valora los márgenes. Las fronteras que existen entre las cosas es donde dan lugar los eventos más interesantes. La mayoría de las veces es en donde se encuentran los elementos más diversos y productivos del sistema.
Utiliza y responde al cambio de manera creativa: Podemos impactar positivamente frente a un cambio inevitable observando cuidadosamente para intervenir en el momento preciso.
Partiendo de los principios éticos y de diseño que mencionamos, llegamos a lo que se denomina la "Flor de la Permacultura". Esta representa en forma de gráfico la aplicación de dichos principios en un espiral creciente desde un plano personal y familiar hasta el plano general de las comunidades y la sociedades en su conjunto.